Todos van con sus locos pensamientos; los míos vienen ya de soledad esquivando playas, saltando vientos, bajo la noche de la eternidad; por el vacío rugen instrumentos de las bocas ya muertas sin verdad; cual abismo sin sol la boca calla cuando en silencio la penumbra estalla. Haré por estar, qué yo haré por verte al filo de la sombra, de los llantos, hasta derramar de la luz la suerte, brindando con la nada los encantos; los pálpitos de ayer del alma inerte buscando la esperanza a los quebrantos. Que pasarán los cuerpos solitarios con el triunfo y el dolor de sus contrarios. Pensamientos. Espectros del placer, imagen calculada sin espejos que a las orillas mueren sin nacer. Contemplarán nuestras llamas de lejos cuantos ojos de sombra quieran ver; apagaré desde aquí los reflejos, amontonando el dolor en cenizas con el pensamiento pensando a trizas.