Más allá de la nada, quise hallar lo infinito; ver del sol la espalda, de la noche el cuenco, del espacio el vacío. Más allá de lo permitido; posar quise el vuelo, ver lo imposible de lo soñado; allí, donde todo acaba para empezar de nuevo, los mismos sueños. Más allá de la nada, del precipicio postrero; hay un reloj sin vida, una sombra gigante, un cementerio de viento, un dictador sin voz; hay un lago de silencio. Más allá de la distancia, existe un mundo de nada donde las almas, gritan sin eco esperando el retorno del cuerpo que fueron.