Más allá de la nada,
quise hallar lo infinito;
ver del sol la espalda,
de la noche el cuenco,
del espacio el vacío.
Más allá 
de lo permitido;
posar quise el vuelo,
ver lo imposible
de lo soñado;
allí, donde todo acaba
para empezar de nuevo,
los mismos sueños.
Más allá de la nada,
del precipicio postrero;
hay  un reloj sin vida,
una sombra gigante,
un cementerio de viento,
un dictador sin voz;
hay un lago de silencio.
Más allá de la distancia,
existe un mundo de nada
donde las almas,
gritan sin eco
esperando el retorno
del cuerpo que fueron.

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