Cuanto más me aprieta la vida,
más embisto;
que más bravura a más herida,
más resisto.
Si rompen mi mansedumbre
grito mi casta
embisto hasta encender la lumbre:
no digo basta.
Si atropellan mi nobleza
me hacen saltar la ira;
locura gana mi cabeza
cuando engaño respira.
Cuanto más me trastocan el alma
más coraje levanto,
con más rabia visto la calma
y al necio le canto.
Con dolor de boca sangrienta
porque le temo a la burla del poder;
como a la sien de todo hambrienta
que mata y ofende sin saber.

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